Virgilio Uranga Lugo

Cuando me vaya, dejenme ir. No se aten a mi con lagrimas. Por los hermosos años que vivimos juntos demos gracias a Dios. Si tienen que llorar, dejen que la fe en Dios conforte su pena. La vida sigue adelante. Pero yo estare cerca y sentiran el calor de mi amor en sus corazones. Cuando ustedes tengan que viajar por este camino, junto con una sonrisa les dire, "Eres bienvenido y nunca mas nos separaremos!"